by Francisco Bravo Cabrera (Comenzado el 24 de agosto de 2022 escuchando Time Out de Dave Brubeck Quartet, y después la opera La Flauta Mágica de …
FIDEL, LOS PIJOS Y EL COMUNISMO
Faith saved us from the savages that we were, losing faith makes us savages again
JaZzArt en València 
Muy buen escrito aunque no completo pero solo señalar lo escribistes ultimo 8 de Septiembre dia de nuestra Caridad del Cobre «Cachita» Patrona de Cuba. Gracias
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Así es amigo Pedro, y muchas gracias, pensé que sería de tu agrado. Un saludo.
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Marx y Engels se hubieran zampado a palo seco El Manifesto Comunista si hubieran conocido cómo se iba a interpretar tiempos después como justificación para la represión y el pensamiento uniforme; menos mal que el anarquismo pureta tomó de él solo lo relacionado con la Revolución Social, sin la mínima aspiración de gobierno. Pero también hay que entender el contexto. El comunismo, como el cristianismo, se fundamentaron en la buena fe, que se perdió, en ambos casos, cuando se institucionalizaron y alcanzaron cotas de poder inimaginables.
La Revolución Cubana, por ejemplo, partió de una causa justa . A mí no me sirve eso de la prosperidad en tiempos de Batista (también dicen que Pinochet estabilizó la economía chilena…), un tipo de la peor calaña que se sustentaba en la represión de las personas desfavorecidas mientras alentaba los negocietes de los paises amigachos. La Revolución Cubana fue, pues, una respuesta social en la que participó la oposición a la dictadura de Batista, anarquistas incluidos. Todo hubiera sido diferente si, una vez controlada la situación, el Poder se hubiera devuelto a su legítima dueña, la Ciudadanía. Pero no, Castro y adláteres se creyeron por encima del resto, se erigieron en mandamases, asesinaron o hicieron huír a quienes, igual de revolucionarios, entendían que una dictadura no se limpia con otra y Castro se convirtió en el Stalin caribeño.
Decir, también, que no son comparables las ideas comunistas de los PC de los países occidentales europeos con las de Castro, el coreano loco y demás momias que de marxistas tienen lo que yo de derechista. Y no, no soy comunista; estoy muuuucho más a la izquierda.
Perdón por abusar del espacio, Francisco.
Salud.
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No, ¡que abuso! Al contrario. Aportas y lo haces con criterio y conocimiento y así da gusto discutir y debatir. Pero solo tengo que añadir una sola cosa, y esa es que la prosperidad de Cuba no fue hecho de Batista, venía de mucho antes y ya para la década de los 50 había una clase media poderosa, y eso te lo puedo asegurar pues lo supe después de vivir entre cubanos más de treinta años en Miami, refugio de la clase alta y media de Cuba hasta 1980. Después llegaron los demás. Un saludo. Y muchas gracias.
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Tienes razón. Pero yo me centraba en Batista a partir del golpe de 1952 que trocó el constitucionalismo por la dictadura, cuando en los años cuarenta el propio Fulgencio había presidido un país donde tuvieron cabida comunistas y socialistas, tras el negro periodo en el que él mismo había reprimido a las izquierdas que luego le apoyaron. Un tarambana, vamos, que, desde los años treinta, en cuanto no tocaba poder montaba una conspiración para volver a encabezar gobierno.
Desde luego, esa experiencia tuya con los exiliados cubanos en Miami es impagable porque te ha permitido tentar el enfoque de quienes, antes del castrismo, tuvieron una vida grata en Cuba.
Un placer esto de debatir.
Salud.
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Te agradezco la aclaración, pues en fin, mis conocimientos de la historia de Cuba son mínimos y como ya te había contado, basados mas que nada en relatos anecdóticos, aunque cursando mi licenciatura en la Uni Internacional de la Florida si hice un curso de historia de Cuba que estuvo muy interesante mas que nada por la cantidad de cubanos en el curso que se lo sabían todo y lo discutían todo, jejeje, claro yo no lo tomé a mal…
Un saludo y hasta la próxima, un abrazo de Valencia.
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