
ADIÓS, QUE TE APLASTE UN TREN
Bebes martinis de vodka con vermut,
y siempre pides dos…
Pues la ginebra no te basta para tratar de conquistar
las ganas de salir,
a aullar,
husmear, rastrear,
junto a los perros
que siguen agitando el caminar
de los gatos pardos de tu oscura sociedad.
La sociedad…
Fosa hedionda que tu admiras,
la teta donde mamas…
¡Pero yo ya no!
Ya pincho en hueso donde había jamón.
Ya bebo el vino que me da valor.
Ya soy el eco de mis propios pasos,
aunque sean lentos, y solitarios,
siempre serán solitarios…
Búscate otro que te toque el harpa,
no tardarás en encontrarle,
entre los perros habrán muchos,
tratando ser agradables.
Que te traiga otro la copa,
fanfarrón,
que te admire otro de abajo,
yo me voy con mi mochila y mi turrón,
a refugiarme al carajo…
Las migas que me soltaste,
atragantan a palomas.
Los dioses que representas
se han podrido en tus axiomas…
Los versos que ahora construyes,
con mentiras y rameras,
los cantan en las cantinas,
gitanos por peteneras…
Si deshojas una flor,
para saber el futuro,
vas a encontrar que el amor
lo has dejado entre lo oscuro…
Y aunque sigues en tu trono,
Midas cruel y dictador,
lo que tocas ya no es oro,
mierda es, abusador…
Por fin ya llegó la hora,
de arrancarme tus cadenas,
vete lejos con tus penas,
adiós, que te vaya bien,
y cabrón, que te aplaste un tren…
Dos martinis y dos gin tonics,
en la feria de los mozos beberé,
muriéndome de la risa,
libre y feliz estaré.